El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco ya ha comenzado oficialmente, tras la tradicional proclamación "extra omnes" pronunciada por el maestro de las ceremonias litúrgicas, Diego Ravelli. Un total de 133 cardenales de 71 países participan en este proceso, que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina y es considerado el más numeroso y diverso hasta la fecha. Mientras algunos purpurados abogan por continuar con el legado del pontífice fallecido, otros buscan un cambio de dirección.
Horas antes, el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidió la misa "Pro eligendo Pontifice" en la basílica de San Pedro.
En su homilía clave para interpretar las tendencias del cónclave Re pidió que se elija al papa que la Iglesia y el mundo necesitan en estos tiempos difíciles. Su omisión de menciones a Francisco y la felicitación al cardenal Pietro Parolin generaron las primeras tensiones internas. La primera señal de humo, prevista para las 19:00 horas, probablemente será negra, indicando que aún no hay consenso. Una vez haya fumata blanca, el nuevo pontífice el número 267 en la historia de la Iglesia será presentado ante los fieles.